miércoles, 4 de julio de 2012

La historia de tus ojos en el relato de mis dias


Leo el mismo libro una y otra vez en el mismo banco donde espero que llegue el momento que pasó tras tus pasos a la orilla de aquel río. Cierro los ojos y busco con fuerza encontrar esa imagen que solo aparece en el reflejo de las gotas de cristal que mojan los cristales rotos esparcidos por el suelo tras la lluvia de unas estrellas suicidas que buscan ahogarse bajo el puente donde las luces de la ciudad acarician suavemente tu sonrisa. Tras el párrafo final del primer capítulo se muere de nuevo este abrazo, tras la mirada de una luna que sonríe tímidamente escondida entre las nubes entierro los minutos que pasaron juntos en un segundo, y que aparecen difuminados en sonrisas fugaces de mañanas cortas durante el resto de una vida somnolienta que sueña con volver a postrarse frente a esa página ante la que esperaba indefenso el final de tu abrazo. Ahora ya no puedo ver mirando el lápiz sostenido por mis manos frías la figura de tus manos buscando calor entre las mías, las dibujo en un suspiro y caen entre mis dedos como humo que persigo entre la niebla. Toco a instantes el momento que no tengo a mi alcance en ningún rincón de mi recuerdo, hasta que tras la barra aparece de nuevo el párrafo que leo al final de cada cerveza, entonces vuelvo a aquel bar, donde apareces tras el humo entre la niebla, donde aguanto por un par de rondas el recuerdo, la vida, la lluvia de cristales rotos estrellados como estrellas en el río de luces de primavera, el sueño, la página del libro que leo siempre en el mismo banco, la cerveza, el 'me voy que llego tarde, la próxima invito yo'.
Y allí acabo una noche más, escribiendo de nuevo en el mismo papel la historia que escribo cada noche al pie de la misma farola, donde el mismo perro vuelve siempre a tumbarse a mi lado, y sin esperar un ladrido más sé que espera que le lea otra vez mi relato para coger el sueño, esperando una y otra vez para oír la historia de tus ojos escondida en el relato de mis días que viven solo esta noche en mi papel.