martes, 20 de diciembre de 2011

Soñar con vivir soñando

No saben soñar. Viven y juegan a comprar un alma porque no saben qué fue de la suya, la que vendieron a un perro por un par de huesos enterrados que nadie llegó a desenterrar. No saben soñar y viven soñando que sueñan su primer sueño, y cuando ven a un soñador, su envidia patológica se convierte en desprecio hacia el que debería envidiarles pero en lugar de eso sueña. Miran por la ventana de un avión con retraso y destino confuso y ven nubes de algodón de sueños tras un cristal en blanco y negro que la azafata intenta tapar en el despegue. Miran en el espejo y no ven lo que hay al otro lado, solo su reflejo viejo y marchito y no el policía que observa el interrogatorio, en el que el acusado confiesa no saber qué confesar. Escriben un cuento empezando 'erase una vez que se es', pero su alma consumida en una vela termina la narración en puntos suspensivos escritos con sangre en su corazón, que intentan curar con agua oxigenada sin burbujas. No saben soñar y no se dan cuenta, viven sin amar, miran sin ver, oyen sin escuchar, tocan sin sentir la piel de gallina que se pone al volar estando quieto en un océano de paz infinita donde respirar es la locura del que no sabe que está soñando.




Y sigo pensando por qué pienso lo que no escribo antes de escribir lo que sueño...

2 comentarios:

  1. vaya rallada.... pero está muy bien =)

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  2. Muchas gracias, intentaré seguir escribiendo ralladas así entonces xd

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