miércoles, 27 de marzo de 2013

Nota de aviso una Nochevieja


Y su garganta como una muerte a cuchillo escrita a vuelapluma clava miradas en mi guitarra, sonidos en mi frente y campanas en un corazón palpitante al compás de las vueltas de su ruleta rusa. Cuando suenen los cuartos que me avise un primo que yo ahora quiero pensar, pensar en mi almohada fría por el lado en el que no apoyo tus recuerdos, vacía de olvido y llena de secreto. La ventana abierta deja salir la poca nieve que sale de las nubes de mi cerebro, congelado, dormitando y tratando de despertar soplando a los pulmones del pecho que duerme en tu regazo. Pájaros en mis dedos emigran desde mi salón hasta tu espalda en época de invierno, buscan el calor, buscan el radiador de unas caricias dirigidas al sur por la rosa de los vientos. Miro atrás y no escucho, a tientas avanzo sin espejo retrovisor, sin curvas en el camino y sin carteles que anuncian las curvas en mi cama. A veces río solo y a veces soy el chiste, a veces muero de risa y a veces vivo por que ríais a mi lado. A veces caigo del cielo y, a veces, vuelo al infierno. A veces quiero escribir, a veces he escrito lo que quiero para que lean mi nota de aviso. Despiértenme cuando llegue la primavera en mi cama.

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